Introduccion a pruebas de sensibilidad de bajo contraste

Que es el Contraste?
Que mide y representa la sensibilidad al contraste?
Curva de la Sensibilidad al Contraste
El Rango de sensibilidad al contraste normal
Interpretación de los resultados en recomendaciones
Prueba de agudeza con rejillas de bajo contraste de LEA
Exámenes clínicos de medidas con pruebas de optotipo
Resumen

La medida de la sensibilidad al contraste ha sido utilizada en experimentos y búsquedas clínicas por varias décadas. En algunos lugares también ha sido utilizado de manera rutinaría para el examen de pacientes con diferentes problemas visuales. El uso de mediciones de la sensibilidad al contraste es aún muy limitado, lo que lleva a malos entendimientos del funcionamiento visual. Esto es común al evaluar visión para comunicación y visión para tráfico. En ambos casos, la información visual representa el uso de la información sobre bajo contraste en movimiento.

Como las pruebas de sensibilidad al contraste no han sido  utilizadas rutinariamente, los valores medidos con las diferentes pruebas pueden ser malentendidos cuando se empiezan a utilizar las pruebas. Lo mismo ocurrió cuando se empiezan a utilizar pruebas de agudeza visual de alto contraste hace más de cien años. La combinación de valores de agudeza visiual ad alto y bajo contraste definen la ubicación de la pendiente de la curva de sensibilidad al contraste, pero lo más importante en el diagnóstico clínico es tener en cuenta cambios a  largo plazo.

Se nos ha enseñado que 1,0 (20/20, 6/6) es un valor de agudeza visual “normal”, aunque actualmente está en el extremo inferior del rango de normalidad, valores entre 0,8 (20/25, 6/9) y  2,5 (20/8,6/2,5). Del mismo modo, un valor de bajo contraste bastante común en la agudeza visual es de 0,5 (20/40, 6/12) en el 2,5% de contraste, cuando una persona tiene visión normal. Sin embargo, la variación de la agudeza visual en bajo contraste es casi cinco – seis líneas a los valores más altos de forma similar a la variación en alto contraste.

Ahora bien, es fácil medir, registrar y detectar cambios que sólo afectan a la agudeza visual en niveles de bajo contraste. Medidas repetidas y la observación de los cambios en el funcionamiento visual aumentará nuestra comprensión de cómo los valores medidos representan los impedimentos visuales y la discapacidad visual. Para clasificar el funcionamiento visual, las mediciones simples de la agudeza visual en los diferentes niveles de contraste nos dan un fácil comienzo.